Las enzimas son de excepcional importancia para el funcionamiento de los sistemas vivientes y por esta razón, se dedica un capítulo completo al estudio de sus características, propiedades y funciones.
Una definición clásica es la siguiente: Una enzima es un catalizador biológico, de naturaleza proteica y extraordinariamente específico. Aunque esta definición ya no es del todo cierta (se ha descubierto ARN con función catalítica), es bastante práctica y muy útil para iniciarse en esta gran área de la Bioquímica. Hay que recordar que un catalizador es un compuesto que acelera una reacción, quedando al final de la misma, sin haber sufrido cambios.
Casi todas las reacciones químicas, que ocurren en un ser vivo, son catalizadas por una enzima diferente; en una sola célula hay cientos de reacciones y por lo tanto hay, para cada una de ellas, una enzima distinta. Sin las enzimas, los procesos que se requieren para la vida no ocurrirían a la velocidad adecuada.
De acuerdo a la definición, las enzimas son proteínas y por lo tanto poseen todas las características de éstas: están formadas por una secuencia de aminoácidos específica y determinada por el código genético, tienen un peso molecular elevado, y requieren tener su conformación nativa para ser funcionales, además de todas las propiedades que se analizan en los Capítulos 4 y 5.