Las células, independientemente del transporte activo, se valen de otro recurso para impedir que se llegue a un equilibrio, ya que cuando se alcanza la misma concentración de un soluto en los dos lados de la membrana, se suspende el transporte pasivo.
Sin embargo, cuando una molécula de soluto, transportada pasivamente a través de una membrana, es depositada en el compartimento menos concentrado e inmediatamente se convierte químicamente en otra molécula, las concentraciones de soluto nunca serán iguales entre los dos compartimentos y por lo tanto no se alcanzará el equilibrio y el soluto se seguirá transportando en la dirección mencionada. A este fenómeno se le llama traslocación de grupo.