Muchos de los organismos acuáticos son amonotélicos, es decir, excretan el nitrógeno, producto de la degradación de las proteínas, como amonio (NH4+). La formación del amonio ocurre como se vio en la sección anterior. El NH 4+, formado en las células por la combinación de alguna transaminasa y la deshidrogenasa glutámica, es conducido a algún órgano excretor que se encarga de liberar a este compuesto hacia el agua.