En las reacciones de glucólisis, la glucosa es degradada en las células con dos propósitos fundamentales: la obtención de energía en forma de ATP y la producción de esqueletos hidrocarbonados, que serán usados en la síntesis de muy diversos compuestos orgánicos. La degradación de la glucosa usando la vía de las pentosas tiene otros fines, los cuales a continuación se listan:
· Producir NADPH citoplasmático, a partir de NADP+, el cual va a ser usado en diversas reacciones biosintéticas, como, por ejemplo, en la síntesis de los ácidos grasos. El NADPH tiene una estructura casi igual al NADH, del cual se obtiene agregándole un grupo fosfato. Los electrones que acarrea esta molécula no pasan a la cadena respiratoria, son usados en las reacciones de biosíntesis que ocurren en el citoplasma.
· Sintetizar pentosas a partir de hexosas. Hay varias pentosas de gran importancia bioquímica, como la ribosa y uno de sus derivados: la desoxiribosa. La primera forma parte de los ácidos ribonucleicos y de varias vitaminas, la segunda, forma parte del ácido desoxirribonucleico.
· También es usada para degradar pentosas.
· Por último, la vía es usada, parcialmente modificada, por los vegetales en la reacción obscura de la fotosíntesis para producir glucosa a partir de bióxido de carbono.
El sitio en donde se efectúa la vía del fosfogluconato es en el citoplasma de las células. A diferencia de la glucólisis, la vía de las pentosas no ocurre en todas las células, ocurre solamente en determinados tejidos especializados como el hígado o la glándula mamaria que la requieren para producir NADPH que se usa en la síntesis de ácidos grasos. En el músculo prácticamente no existe esta ruta.